La Cámara de Representantes aprobó un acuerdo de financiación de los servicios públicos para evitar el temido bloqueo presupuestario durante 45 días, que tiene todavía que ser aprobado en el Senado, de mayoría demócrata
Estados Unidos se encontraba este sábado (30.09.2023) a pocas horas de una parálisis del gobierno federal de la que se culpaban mutuamente el presidente demócrata, Joe Biden, y los republicanos en la oposición. Salvo un acuerdo de último minuto, que parecía improbable, la mayor economía del mundo funcionaría a cámara lenta desde el domingo: 1.5 millones de funcionarios quedarían sin sueldo, el tráfico aéreo se vería perturbado y no serían atendidos muchos servicios públicos.
Ni el Senado, controlado por los demócratas, ni la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, parecían poder aún poder ponerse de acuerdo para aprobar un proyecto de ley que prorrogue el presupuesto federal que expira este sábado a la medianoche. Eso es lo que ha intentado la Cámara, que aprobó un proyecto de ley de financiación para mantener abiertas las agencias federales, con el que el presidente republicano Kevin McCarthy renunciaba a las demandas de la línea más dura de su partido.
Es un paso clave para evitar un cierre del gobierno federal: los miembros de la Cámara aprobaron con 335 votos a favor y 91 en contra un proyecto de ley destinado a mantener al gobierno en funcionamiento durante otros 45 días, enviando el proyecto de ley al Senado -controlado por los demócratas-, en un último esfuerzo por evitar la parálisis del gobierno.
A casi un año de las elecciones presidenciales, ambos partidos se acusan mutuamente de esta situación, una crisis presupuestaria que tiene repercusiones directas en la guerra de Ucrania. La Casa Blanca pidió inicialmente que el presupuesto aprobado por los representantes incluyera 24,000 millones de dólares en ayuda militar y humanitaria para Kiev, que han sido suprimidos del actual proyecto de ley.
Un puñado de republicanos trumpistas se negaba a desbloquear cualquier nueva ayuda a Kiev por considerar que esos fondos deberían destinarse a la crisis migratoria de Estados Unidos. Esos lugartenientes de Donald Trump, que tienen un poder desproporcionado debido a la muy ajustada mayoría republicana en la Cámara de Representantes, ya llevaron a Estados Unidos al borde de un precipicio político y financiero hace cuatro meses por el aumento del tope de la deuda. Fue precisamente durante la presidencia de Trump cuando Estados Unidos vivió en 2018 su «shutdown» (cierre del gobierno federal) más largo.
El rápido giro de hoy se produce tras el fracaso el viernes del anterior plan de McCarthy de aprobar un proyecto de ley sólo para los republicanos con fuertes recortes de gastos de hasta el 30% en la mayoría de las agencias gubernamentales que la Casa Blanca y los demócratas rechazaron por considerarlo demasiado extremo. «Nuestras opciones se van desvaneciendo a cada minuto», dijo un republicano de alto rango, el representante Mario Díaz-Balart, de Florida.
Con información (afp/ap)