Israel bombardeó intensa y preventivamente la madrugada del domingo el sur de Líbano, con más de 100 aviones de combate para frustrar un «ataque inminente» de Hizbulá, y destruyó miles de lanzaderas que apuntaban al norte y centro del país mientras el grupo chií logró disparar unos 300 proyectiles en la mayor escalada bélica entre las partes en casi dos décadas.
«Identificamos una amplia preparación de Hizbulá para disparar contra el frente interno israelí. Tras una exhaustiva identificación, la Fuerza Aérea israelí y el Comando Norte comenzaron a atacar de forma amplia y proactiva objetivos del grupo para eliminar las amenazas dirigidas a los ciudadanos de Israel», confirmó el portavoz del Ejército israelí, Daniel Hagari.
Hizbulá, afín a Irán, indicó que había lanzado hacia Israel más de 320 proyectiles y drones contra once cuarteles israelíes, como venganza por el asesinato de su máximo comandante militar, Fuad Shukr, el 30 de julio en Beirut, una represalia que «fue completada y lograda por hoy».
En el ataque libanés ha muerto al menos un soldado de la Marina, informó el Ejército israelí, mientras que los bombardeos israelíes han causado de momento tres muertos -uno es un miliciano del grupo chií Amal- en el sur de Líbano, donde esta tarde dio una alocución el líder de Hizbulá, Hasán Nasrallah.
El Ejército israelí detectó alrededor de 210 cohetes y unos 20 drones explosivos lanzados por Hizbulá hacia el norte de Israel, donde impactaron algunos proyectiles causando daños leves, aunque la mayoría fueron interceptados.
Hizbulá confirmó hoy que tenía como objetivo de sus misiles la base israelí de Gilot, donde se ubican varias unidades de inteligencia del Ejército y la sede del Mosad, y muy próxima a Tel Aviv.
Aunque no se han producido incidentes graves en Israel, el Ejército elevó la alerta a la población en toda la mitad norte de Israel, desde la altura de Tel Aviv, y también en los Altos del Golán ocupados, donde se han impuesto «restricciones parciales».
Se ha pedido a la población que evite concentraciones, actividades de ocio y desplazamientos, y se mantenga cerca de refugios y búnkers, y con ese fin, la ciudad de Haifa, la tercera mayor de Israel y el mayor núcleo de población en el norte del país, abrió los refugios municipales.
El Ayuntamiento de Tel Aviv también anunció que ha abierto 240 refugios y señaló que los aparcamientos subterráneos pueden usarse, además de cancelar las actividades de ocio, las playas y las instituciones culturales.
El aeropuerto internacional Ben Gurion, ubicado a las afueras del Tel Aviv, reanudó su actividad a las 7:00 hora local (4 GMT), tras haber permanecido cerrado una hora y media mientras Israel llevaba a cabo su ataque en «defensa propia en tiempo real» que comenzó en torno a las 5:00 hora local ( 2 GMT).
En Israel han muerto 49 personas en el norte: 23 militares y 26 civiles, incluidos 12 menores en Majdal Shams, en los Altos del Golán ocupados a finales de julio, que elevó la tensión.
El Ejército israelí mató a Shukr tres días después en represalia y pocas horas después asesinó al líder político de Hamas, Ismail Haniyeh, en una operación en Teherán, lo que motivó que tanto Irán como Hizbulá juraran venganza y amenazaran con una respuesta militar masiva contra Israel, algo que se habría materializado hoy y plantea dudas sobre una posible escalada regional.
Con información de INFORMADOR.