El papa Francisco es un papa completamente distinto, con un estilo diferente al de sus predecesores. Dice lo que piensa y es todo, menos distante. Sin embargo, ahora ha causado revuelo y polémica con unas declaraciones sobre el ataque ruso a Ucrania y la sangrienta guerra que dura ya más de dos años.
En una entrevista televisiva para la emisora suiza RSI, el papa pidió a Ucrania que negociara con el agresor ruso. «La palabra negociar es una palabra valiente. Cuando ves que estás derrotado, que las cosas no van bien, tienes que tener el coraje de izar la bandera blanca y negociar», dijo Francisco. A más tardar con la imagen de la «bandera blanca», que suele considerarse un símbolo de rendición, la declaración del papa parecía como si estuviera animando al gobierno de Kiev a capitular.
La crítica más dura al papa Francisco en muchos años
La declaración provocó una fuerte oposición de políticos a nivel internacional. Por la parte alemana, el embajador alemán ante la Santa Sede, Bernhard Kotsch, manifestó un punto de vista fundamentalmente diferente: Alemania pide «a Moscú que ponga fin a la guerra, no a Kiev», escribió en la plataforma «X», antes Twitter.
Luego siguieron las declaraciones de la ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock: «Realmente me pregunto en qué estaba pensando», dijo la política de Los Verdes en la televisión ARD el domingo por la noche. «No lo entiendo».
Y este lunes (11.03.2024), el canciller alemán,Olaf Scholz (del Partido Socialdemócrata, SPD), que fue huésped de Francisco en el Vaticano hace apenas una semana y media, también rechazó su declaración. Ucrania se defiende en el marco del derecho internacional contra un agresor y una guerra de agresión que violan el derecho internacional, explicó su portavoz, Steffen Hebestreit.
El claro rechazo de Zelenski
La respuesta más clara, y sin duda lo más difícil para el Vaticano, fue el rechazo de los dirigentes ucranianos. En su discurso diario por video, el domingo por la noche, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dio las gracias a todos los clérigos que apoyaron a las Fuerzas Armadas ucranianas en el frente con oraciones, conversaciones y hechos, y protegieron la vida y la humanidad.
«Esto es la Iglesia: estar junto al pueblo, no a dos mil quinientos kilómetros, en algún lugar, para mediar virtualmente entre alguien que quiere vivir y alguien que quiere destruirte».
Destacados políticos de otros países de Europa Central y Oriental, que se ven amenazados por la agresión rusa, se sumaron a las críticas. El jefe de la Iglesia católica ucraniana, el arzobispo Sviatoslav Shevchuk, también rechazó los comentarios del Papa Francisco en un comunicado: «Créanme, nadie está pensando en rendirse.»
Con información de DW